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viernes, 5 de febrero de 2010

Regresos

Te alejas.
Multiplicas por diez la distancia.
Tantas horas de vuelo
dan tiempo a desmadejar la vida de cualquiera.
Quisiera verte sonreír al pasear
por tus calles de siempre,
esas que nunca veré
y no soy capaz de pedir en imagen.
Imagino tus perros después de tanto tiempo.
Ya ves,
si no fuera por el pánico a volar,
me gustaría llegar
al nivel del mar de tu ciudad
y desandar tus calles de antes,
las que ahora recorres
con la atención de un turista disfrazado.
Tengo tres monedas
en el bolsillo trasero esperando cambiar de mano.
Tu última sonrisa,
tiene el precio justo de las despedidas.
El suficiente para alguien
que no soporta un interés al uno por ciento.
Recorre el interior de las venas de los bares
y brinda una cuzqueña al aire de las luces,
esas mismas que iluminan
nuestros juegos
en las horas tardías del invierno.

14 comentarios:

Elli dijo...

Yo no pido ningún tipo de interés, pido que me quieran sin hipoteca, sin precios, sin tabúes. Sólo pido que me quieran.
O ni eso, no lo pido, lo doy por entendido, no espero menos.

Anónimo dijo...

Todo tiene un principio y un final. Creo que es más importante saber, y asumir, el final, por muy doloroso que sea, que pretender taparlo.

Un abrazo.




John W.

Reflexiones de Emibel dijo...

Si hay amor no hay distancia que aleje. Si la distancia es el mismo amor es mejor olvidar.
Bello poema, amigo
Buen fin de semana

Mcrow dijo...

Muy bonito.
Me trasportó y eso... es muy bueno.

Un abrazo

MAMUMA dijo...

Siempre cuesta asumir un final.

Amaya Martín dijo...

La distancia es ya infinita cuando alguien se aleja. Empieza siempre en el corazón, luego le siguen los pasos.

Un poema lleno de belleza y nostalgia

Besos mil

SILVIA dijo...

Nadie dijo que los finales fáciles. Nunca nos enseñaron a manejar las distancias. No hay ninguna asignatura que enseñe como empezar de cero. Pero todo lo que empieza, en algún momento, termina. debemos asumirlo en interés de nuestra propia felicidad.
hermosos versos.
Mil besitos!!!

N Ó M A D A dijo...

Hay que asegurarse de que la distancia no es una excusa, antes de declararla una condena...
(Me dice mi experiencia)

ALEX B. dijo...

Siempre me gustó la medida de distancia en años-luz.
La luz de las horas tardías de invierno es la que marca la distancia.
Nostalgía y belleza en tu poema.
un beso

Thania dijo...

He aprendido a regresar y esperar que regresen, sin preguntas. Hay cosas más aburridas y rostros sin sonrisas que olvidar.

Paola TN dijo...

Hey, lindo texto! Un exito hombre :)

tati dijo...

Antonio,

Muy lindo tu poema.. te dije que pasearía por aquí, no?

La vida es repleta de va y vienes. Muchas veces nos perdemos, en otras tantas, nos encontramos. Quizás eso se deba aquella pequeña pero sabia ley de la física:"dos cuerpos no ocupan mismo lugar en el espacio" (sería así? Traducido del portugués, mi lengua máter, ipses literis, sería...). El viejo tiene que salir para que el nuevo entre... Un beso de tu amiga brasileña. Ahora seguiré mi paseo por tus letras.

Jimena dijo...

Hola Antonio, "Tu última sonrisa, tiene el precio justo de las despedidas",me resulta muy cercano y me veo tan reflejada...yo también la interpreté asi, ¡hace tan poco tiempo¡, que cuesta asumir que es definitiva.
Te sigo leyendo.
Besos.

Zzzz dijo...

Esto de los finales mata...yo pensaba que hoy en día nos separábamos por intolerancia a la frustración y necesidad inmediata de éxitos...qué sociedad posmoderna, mon dieu!