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martes, 19 de abril de 2011

El Paraiso Terrenal

En El Paraíso Terrenal nos tomamos la Semana Santa muy en serio. Y mas el Jueves Santo cuando el “Paso” cansado y triste, sube a su templo y abrimos el balcón de la habitación de la negra cubana. A la Toñi le brotan lágrimas como almendras y a Ivanna la rusa se le queda la boca abierta como aquella vez que apareció la corporación municipal al completa requiriendo nuestros servicios. La Paqui va de mantilla, tiene contactos con un hermano mayor de la cofradía, no piensen mal, antes de dedicarse al oficio mas antiguo del mundo trabajaba limpiando oficinas. Ahora está en paro y su marido espera como tantos otros un empleo que no llega. La Paqui no es fija, viene los fines de semana y a nosotras nos parece bien. Tiene una familia que mantener.


Y la banda, con los guiños y los besos lanzados al aire con disimulo, y en el silencio, los gritos del capataz de fondo, y la Cruz de Guía alejándose por una calle repleta de vida, respeto y flashes de turistas. En El Paraíso Terrenal nos tomamos la Semana Santa muy enserio y mas cuando el “Cheli” antes de la última “levantá”, canta su saeta carcelaria al rostro de Jesús y una salva de aplausos no ahoga el odio que sentimos por el, se le va la mano con La Nena y ella hace mutis por el foro por que es el hombre de su vida -dice-.

En El Paraíso Terrenal nos tomamos muy enserio lo de la Semana Santa aunque se retrase el trabajo y la salita se nos llene de trombones, tambores, cornetas y gorras de plato. Un día, quise ir de mantilla, pero no tuve el valor de pasar de la puerta de la iglesia para hablar con los cofrades. Son mas de treinta años regentando el local y aunque en El Paraíso Terrenal nos tomamos la Semana Santa muy enserio, “cada uno en su casa y Dios en la de tos”, que a partir de las dos y después de los pasos, se nos amontona el trabajo.

martes, 12 de abril de 2011

De Arturo Belano a Ulises Lima.

 "Estoy con las ventanas abiertas, afuera llueve, una tormenta de verano, rayos, truenos, esas cosas que excitan o que impelen a la melancolía. ¿Cómo está México? ¿Cómo están las calles de México, mi fantasma, los amigos invisibles? ¿Sigue en pie Al Este del Paraiso o ya entró en el sueño de los justos?. Cuando mejore mi economía apareceré por tu casa una noche cualquiera. Y si no, es igual. El trecho que recorrimos juntos de alguna manera es historia y permanece. Quiero decir: sospecho, intuyo que aún está vivo, en medio de la oscuridad, pero vivo y todavía, quién lo iba a decir, desafiante. Bueno, no nos pongamos estupendos. Estoy escribiendo una novela donde tú te llamas Ulises Lima. La novela se llama Los detectives salvajes. / Un fuerte abrazo. R.”,

Áspero polvo de Sonora.....
A T.

sábado, 2 de abril de 2011

Al otro lado del auricular.

M. trabaja para una compañía telefónica de España pero vive en Perú. El primer día que escuché su voz, le corté el rollo con toda la amabilidad y con la naturalidad que me brindaban la treintena de llamadas anteriores recibidas de todas las compañías telefónicas del mundo. Volvió a insistir al día siguiente y lo despaché con la misma amabilidad pero con menos disimulo- últimamente no paro, tarifas de telefonía móvil, nueva compañía de gas, incluso en un sorteo gané 6.000€ si devolvía la llamada a un teléfono 805- pero el quedó en volver a llamar, con un acento suave encadenando las palabras lentamente, en un baile de sonidos contagioso.

Cambiaba de hora, de estrategia, incluso llamó otra compañera en el turno de tarde, de mi tarde naturalmente. Así cada dos días, cada semana, cada mes. Un día, le pregunté de donde era- de Lima me dijo- me habló de lo bien que le trataban y yo no quise comentarle que ganaba un tercio menos por hacer lo mismo que en España.
Quiere venir - pasa, le comenté cortésmente. Ahora España es un vertedero económico, quise explicarle- es del Madrid, yo quiero que abrace la verdadera religión, la blaugrana y no hay forma de hacerle olvidar a CR7. ¿De telefonía? Ni hablamos, es más, ya me dijo que la compañía para la que trabaja es la mas cara y el mismo tiene un contrato de permanencia con la competencia. Así es la vida- me dice con cierta sorna-.
Hay amistades que surgen en cualquier esquina.
He de ir dejándoles, M está al caer y hoy vuelve La Liga. Discúlpenme pues, que diría M. arrastrando la “s” desde el final de su garganta.