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miércoles, 29 de julio de 2009

De noches y verano.

Las noches de verano en la capital, por muy turística que esta sea, suelen ser residuos vitales amontonados en terrazas de verano. Por muy importante que sea el monumento de la ciudad, en este caso el mas visitado en Europa, no hace sino acrecentar la montonera idiomática y mostrar una gama de rojos en pieles blancas de frío nórdico.
Suelo atemperar ese calor casi africano, tomándome unas cervezas en el mejor sitio de la ciudad: El Alquimista. Algunos antiguos lectores conocen mas de una andanza en este singular local de música de los noventa. Intentaré relatar una noche de martes envuelta en un sofocante calor y en una atmósfera digna de algún director de cine argentino: ustedes mismos con los paralelismos.
Cuando un tío entra a un garito y encuentra de entrada a cinco rubias escotadas disfrazadas de turistas- nunca entendí el propósito de vestir en una ciudad de interior, como en el paseo marítimo de Marbella a las 4 de la tarde- sabe perfectamente que alrededor, se apostan como rapaces hambrientas los típicos machos, aunque hablen italiano, danés o alemán. La nacionalidad es un hecho diferencial pero nunca una distinción en el hábito de conducta. Un tío es un tío hable el idioma que hable.
Después de dar mi primer sorbo a mi 1925 fría, me dispuse a presenciar el espectáculo sin dar mucho la nota, un hombre que siente competencia cerca aunque infundada, suele ser peligroso.
¿Por qué a todos nos da por querer tomar a la moza de la mano y bailar pegadito, cuando suene una canción de Depeche Mode versión heavy?¿ Un escote generoso nos hace olvidar la cara horrible de su portadora?¿Ser rubia y hablar noruego es sinónimo de facilidad sexual? ¿Por qué los hombres hacemos el imbécil ante semejante horizonte?. Preguntas sin respuesta. El que este libre de pecado que tire la primera piedra. `
Sin duda lo mejor, es cuando llega el españolito intentando bailar La Macarena bajo los sones de The Clash. No lo entiendo, pero menos todavía la manía de hablar despacito y a voces, como si los alemanes así lo entendieran mejor. Después de mi segunda cerveza bien fría eso sí, decidí volver a mi calenturiento hogar, por temperatura digo, no sean mal pensados.
Suelo leer los comentarios a mi blog justo antes de dormir, o ver si hay alguna nueva entrada de mis favoritos.
De los blogs que sigo, hay uno especialmente por el que siento una extraña atracción. Recuerdo que las primeras letras que lei en un blog fueron las de Thania. Ahora muy de tarde en tarde para mi, cuelga sus aventuras por el cono sur, y me siento un expedicionario de rincones por Santiago, saboreo el vino tinto que nunca bebo y me sabe a gloria de sus letras, paseo por las avenidas angostas de sus paseos y tomo ese café que tanto disfruta.
Hay veces que siento no estar allí disfrutando de esas imágenes que cuenta. Le he preguntado varias veces por sus alumnos coreanos de Los Ángeles y no he encontrado respuesta. No se si es la cerveza o las noches de verano envueltas en un calor solitario y sofocante, pero a veces siento que la literatura de Andanzas Cotidianas me hace olvidar el verano amargo y acabo posteando un comentario de envidia sana. R. B. siempre suele estar presente.
Cada uno intenta obtener los placeres en los lugares que cree oportuno.
No vuelvo a El Alquimista hasta septiembre. Y si Thania escribiese mas seguido…………………..

viernes, 24 de julio de 2009

Entre las esquinas

Bailemos,
distanciémonos de este puñado de moscas
y disfracémonos de arañas
para bailar, para sentirnos diferentes.
Cantemos a coro
como impedidos, los estribillos malditos
nos ayudaran a enlazar sus letras poderosas.
Bebidas refrescantes,
burbujas almacenadas en el desván de la alegría,
desatadas, provocando una felicidad instantánea,
única y falsa.
Seamos los reyes del mambo por una noche,
Hagamos que hablen mal de nosotros
en los noticieros de la conciencia ajena
y bebamos. Bailemos,
siempre me gustó esa canción:
like the desert miss the rain.
Da igual, nunca hicimos ascos
a tanto Dj, ni a tanto de modé
ni a tanto viernes, escondidos entre las esquinas.

martes, 21 de julio de 2009

Romper el cristal en caso de accidente.

Hablemos claro. No me molesta tu ignorancia hacia mi, ni la simple ignominia que significa tu silencio a mis palabras, ni que tu mirada no encaje ni por un segundo la tristeza de mis ojos. He de asaltarte, como un vagabundo en la noche pidiendo misericordia, para solo obtener un espacio sordo y mudo que ni siquiera atraviesa este corazón terco y dolido. Ya no recorreré las calles desiertas de alegría, ni haré de los lunes el día favorito de los condenados al hastío. Me aseguraré de cerrar los postigos para no dejar escapar ni un solo recuerdo. Enceraré las huellas que no pisaré jamás, cuando los días terminen de olvidarse de mi, cuando las horas caigan pesadas como granizos de metal brillante y no recuerde ya la lluvia de agosto. Recién obtengo el curso de paracaidista, el mismo día que cierran los tanatorios clandestinos. Recuerda, solo soy una mancha gris que necesita un lavado.
No hagas que el mundo se de un festín a mi costa. Por cierto, ese aspecto tenebroso no te sienta nada bien, por mucho que te llamen Parca.

viernes, 17 de julio de 2009

De oscuridad y sirenas.

La noche, quizás no sea el espacio
donde descorchar sueños pretéritos,
sino mas bien,
la fabrica de nuestros futuros deseos.
Cerrar los ojos, perdernos
rodeados de un mundo negro ceniza,
y desandar la luz
atravesando el yo colectivo,
sea sentir el yo presente y único.
La noche, quizás nos muestre indefensos
a los ataques de un sonambulista parcial,
pero también nos arropa con caricias invisibles,
de esas que hacen del letargo de la madrugada
un regalo de cumpleaños perfecto.
La noche, quizás nos hace comprender
que al cerrar los ojos,
solo somos un espacio vacío y oscuro
deseoso de una luz clara y duradera.

lunes, 13 de julio de 2009

BICICLETAS.

Piloto una bicicleta,
la ciudad es un campo minado de antorchas fúnebres
reclamando vida, que las rebajas no consiguen reavivar.
Ancianos, perros, parejas, señoras de mediana edad
cruzan la calle tranquilas, ignorando mi velocidad
y mi presencia, el ronroneo de mi motor
no ensordece y miran de reojo desprestigiándome.
Piloto una bicicleta,
sorteo basura, pijas engreídas de culo prieto,
densas mierdas de perro,
turistas, niñatos de pearcing labial,
modernitos sordos de I Pod,
autobuses gigantes rojos pimiento,
absurdos, vacíos de verano.
Piloto una bicicleta,
atardece entre rumores de gases y combustibles
aparentemente limpios,
la eco-logia, invento para regenerar artilugios,
no repara en gastos
y me atormenta con publicidad engañosa.
Respetemos el planeta,
leo mientras piloto una bicicleta.
 

miércoles, 8 de julio de 2009

De invernaderos.

Llegué a este país, con el propósito de hacer de mi futuro un hogar confortable y seguro. Hasta conseguir este trabajo, he recorrido invernaderos y puertos pesqueros. He intentado vender ropa y música en la calle, con la fortuna de inaugurar una ficha policial y obtener una multa que nunca he pagado. Creo que es el premio por inmigrante ilegal.
Ahora es diferente. Tengo trabajo. Me costó, pero tengo trabajo, aunque no tengo papeles.
Soy recolector, pero no de fruta, ni verdura, ni olivas, ni cereales. Soy recolector de letras. Así, como suena. Letras.
Al principio comencé regando, luego escardaba las malas hierbas, fumigaba. Pero ahora soy el encargado de recogerlas y créanme, me siento importante.
La más bonita para mi es la A, se la ve desde pequeñita unida a su tallo, no pierde la flor hasta casi el final y se la distingue enseguida. La Y tiene su magia. Crece como una I latina hasta que a las dos semanas crecen sus extremidades hasta darle su forma. Una que no entiendo mucho es la W, aunque se vende bien y es muy solicitada por los turistas. La C con su cara de luna creciente, la O tan prepotente, la P tan sexy, la Ñ tan personal e ensimismada y que me dicen de la X, tan galante.
Los mejores clientes son los poetas. Se las llevan todas por partida triple, aunque he notado que son gente extraña y solitaria, he hecho buenas migas con una de Barcelona, las une todas
a su ingenio y quedan preciosas. Algún novelista se acerca, pero son malos compradores, sobre todo en cantidad.
Hace dos días me llegó una notificación. Me expulsan. Dejaré este país y todo lo que significa para mi. Me encantaría llevar algunas letras conmigo, pero me dolería no darle un uso adecuado. Me quedan tres días, ojala dispusiera de dinero para comprar la cosecha completa. Lo siento por todas, pero sobre todo por la Z, su crecimiento es tan delicado……..

jueves, 2 de julio de 2009

De veranos y placeres.

Duele el verano,
quizás deberían prohibirlo por ley
hasta que queden desiertas
las playas que no han sido nuestras.
Las terrazas deberían cerrar sus sombrillas gigantes
de letras enormes,
hasta que no quede nadie
refrescando su garganta
de burbujas explosivas y tintos de verano.
Me quema en los pies la arena que no piso
y el salitre me sigue recordando
que las olas de tu cintura
no cubren de moreno mi piel.
Me duele el verano
mientras alcanzo el aire nocturno
que me despierta de insoportable,
como los gritos de los niños
del rompeolas tramposo y rastrero.
Me duele el verano
repleto de verbenas de barrio,
de baile, de canciones alegres
como comuniones, como jardines de infancia.
Esperemos que llegue septiembre
disfrazados de verde
y nos aleje de golpe
de tanta alegría ajena y contagiosa.