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sábado, 17 de abril de 2010

De la vida de Ernesto Juárez

Tenía cuatro habitaciones y dos baños con una cocina grande. Estaba amueblado de esa manera que tienen los pisos de estudiantes que parecen un catálogo de muebles de épocas pasadas. Lo encontró en esas casualidades que la vida les brinda a esos tipos despiertos, pendientes de cada palabra y cada movimiento que se produce a diez metros a su alrededor, como si todo su futuro dependiera siempre de una voz, una cara o una noticia................

10 comentarios:

Ophir Alviárez dijo...

A veces creemos que el futuro depende de "agentes externos" cuando es desde adentro que podemos construir...Me alegra tu descubrimiento, espero que sea grato el intercambio. Abrazos,

Ophir

|||||_______/ dijo...

Hola, Ernesto.

Si querés las letras mas chicas solamente tenés que apretar juntas las teclas CTRL y -

Gracias por pasar por mi blog.

Atte.

Anónimo dijo...

Es muy frecuente, que en según que circunstancias, la gente esté con los ojos abiertos, alerta, ante todo lo que sucede a su alrededor.

Un abrazo.




John W.

|||||_______/ dijo...

Si, sabia que era solo un comentario. Me lo tomé a bien. No hubo mala onda con mi respuesta.

No sé de donde saqué lo de Ernesto, ja!

Suerte.

Thania dijo...

Yo quiero alquilarle una habitación....

Tengo un cuentito para usted, prontito se lo mando :D

1600 Producciones dijo...

Descubriendo de a poco este blog que parece muy interesante. Felicitaciones.

SILVIA dijo...

A veces, para descubrir las cosas más bellas, debemos mantener los ojos bien cerraditos.
besos!!!

Armando Añel dijo...

Deja con ganas de seguir leyendo! saludos

Taller Literario Kapasulino dijo...

Interesante relato, muy bien descrito.

Natalia Astuácas dijo...

Suena interesante.
:)
Un fuerte abrazo te dejo, cuidate mucho. Besos y abrazos.