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miércoles, 19 de enero de 2011

A J.

A J. le resbalan entre sus dedos las últimas gotas de mi vida en su mundo y no parece percibir el final que tanto desea y que tanto calla. Me encantan los finales tristes, los finales de pie de estación y lágrima fácil, de andén y despedida, de ausencia sentida en un futuro gris y lluvioso. Lo peor del afecto disparado a ráfagas, es esperar una mínima reciprocidad, los silencios y la espera permisiva de unas palabras que nunca llegan, como un cuchillo frío en un costado doloroso.

En Gran Vía, donde las luces se confunden con los sentimientos de un domingo soleado, parpadeo la absurda temeridad de acabar de un golpe fuerte y seco. Pero me falta deseo y sobre todo cojones. Buscar tu silueta en una mar de personas ajenas me esta convirtiendo en campeón del mundo en la modalidad del no encuentro. No se, si esperar que este azucarillo se disuelva lentamente en este charco de lluvia o seguir con la pantomima enviando preguntas a ninguna parte.
Un fundido en negro sobre una ciudad triste estaría bien como despedida. Quizá un curso por correspondencia aceleraría el proceso. Ya ves, aún no tengo el valor pero si la voluntad de decir basta.
Siento no haber fabricado un final feliz J.
Lo siento. De veras.

9 comentarios:

Alamut dijo...

¿Y si te dijera que acabas de escribir lo que siento exactamente en este momento? .... Siento no haber sabido fabricar un final feliz ...
Uuffff ...¡emocionada!

N Ó M A D A dijo...

Uff. Qué se dice después de esto?
Que también he practicado la modalidad del no encuento, con ganas. Incluso desde paises diferentes, donde no podía estar.

Miguel Baquero dijo...

"Esperar que el azucarillo se disuelva lentamente en este charco de lluvia" es una frase maravillosa. Genial.

Cristina dijo...

Feliz no es sinónimo de final, nunca. Me ha gustado mucho el texto.

Marta Sánchez Mora dijo...

ya estamos con qué?

Alex B dijo...

Los que sabes de afecto disparado a ráfagas, saben muy bien de lo que hablas.
Me ha gustado mucho, aunque deje un regusto amargo de azucarillo disolviéndose en los restos de un café frio tomado a destiempo.

MARIA I dijo...

Si que sabes poner en palabras los sentimientos, transmites todo asi..... eso no es solo voluntad es valor!! ahi lo tienes ogr..
Besitos.

SILVIA dijo...

Nadie puede fabricar finales.... y mucho menos felices. El final nos viene dado. Un abrazo!!

Thania dijo...

Extrañaba estos escritos.. a nosotros siempre nos gustaran los finales tristes.