Cuando J. cerró la puerta del taxi, las gotas de lluvia que despedía su paraguas formaron en su espalda un mapa mundis extraño y único, salpicado de pequeñas islas solitarias, un archipiélago independiente unido solamente al mundo por ese olor compartido a tabaco negro de su gabardina.
Al abrir la puerta de casa notó un silencio desconocido. Un silencio perfecto. Un silencio fabricado para percibir el silencio. Una obra maestra de ausencia total de ruido. Encendió la luz de la sala y encontró de frente a C. sentado junto a dos maletas paralelas a una mesa baja de nogal. Tenia los ojos cerrados y ni la presencia de J. parecía animarlo a mover un solo músculo de su cuerpo.
J. había ensayado durante años una reacción ante la posible marcha de C., tan esperada como odiada. Esperó en vano una señal por mínima que fuera. Los párpados de C. seguían cerrados, como si la carga de una convivencia triste y anclada, hicieran palanca en sus ojos. Necesitaba un cigarro para relajar la tensión. Se dirigió al dormitorio y notó ya la ausencia de algunos libros, algunas fotos, algunos huecos difíciles de reemplazar. De regreso a la sala, nada ocupaba el hueco vacio de las maletas junto a la mesita y el silencio quedó roto por el cierre de una puerta que dejaba atrás C.
Al encender las luces en la sala de proyección, los pocos presentes abandonan lentamente el local, mientras Javier y María intentan leer los créditos de la película.
Ya en la calle, María interrumpe un silencio espeso con una pregunta:
-¿tu crees que nuestra despedida será mas o menos así?- y Javier con las manos en los bolsillos y después de unos segundos responde:
-realmente no lo sé, pero quizás te respondería mejor mi mujer-.
Una leve sonrisa dibujan los labios de María mientras siguen caminando sin hablar, bajo las luces de los musicales de la Gran Vía.
32 comentarios:
WOW!
Me encanta este blog :)
La entrada está muy bien escrita, no todo el mundo sabe escribir así...
Gracias por comentar en mi blog ;)
Muchos besos.
Veo demasiado cruel que su mujer encima tenga que responder sobre modos de despedidas, ¿No?
Si, la vida es así y mucho más.
John W.
Feliz 2010 desde Petardylandia :D
lindo, lindo, me gustó mucho el remate...especial!
besos
quien sabe como serán las despedidas...
Ni bien empece a leerlo, no imaginé el final, pero pensé en las relaciones que tienen el final escrito desde su inicio.
Despedidas silenciosas, de amores mudos.
La tristeza del otro, la desesperación vacía de ser la otra.
Un beso grande.
Genial!!!! Qué belleza de cierre. Te lo aplaudo.
Un fuerte abrazo.
A veces cuando quiero decirle algo a alguien y no encuentro las palabras justas, le invito a ver una película que diga lo que yo no soy capaz de decir.
Siempre funciona aunque a veces nunca funciona.
Siempre
nunca
vaya lío
;-)
J.
Me gusta el Blog.
Gracis por asomarte al mío.
Seguiremos en contacto
Lo leí y lo releí, me encantó.
Me sorprendió el final. Originalidad y belleza en este texto. Pueden palparse los silencios.
Un abrazo
muy bien por la utilizacion de los recuersos. tiene el factor sorpresa q lo hace mas atractivo. saludos
Awwwww me recordó la Gran Vía.
Excelente relato.
Un abrazo
:) me encanto!
esta muy interesante tu blog,
Gracias por pasar por el mio..:)
saludos
hola!! gracias por visitar mi blog!!! yo, al contrario que tú, sólo soy una aprendiz de escritora (de ahí el título del blog) porque escribes muy, pero que muy bien, podrías dedicarte profesionalmente, creo yo.
gracias por seguirme. yo también te agrego a seguidores.
un beso!!!
^^
A lo que su mujer responde: "No cariño, nuestra despedida será una fiesta..."
Perdona por inmiscuirme en tu relato, me hacía falta un final digno para su mujer, a veces 3 no son multitud ;-)
Besos
Escribes muy bien, gracias por esto, un contenido interesante.
BB
como han dicho antes, tan real como la vida misma...
un saludo
jajajajaja excelente!!!! =)
yo a eso le llamo "el humor negro de dios".
Un beso!!!!
a la mujer esos detalles no le interesan
Suelo ser bastante oscilante
así que con tu permisio me quedaré para leer con tiempo las tuyas
Un besito y gracias por tu visita a mi blog, siempre serás bienvenido.
pd/ Perdona que ahora no comente tu post, me gusta leerlos con calma y meterme entre las líneas, puntos y comas.
Genial, me gusto muchisimo, seguire pasando.
Desde una habitacion en la joven Buenos Aires te dejo un fuerte abrazo
Una entrada preciosa. Me ha encantado. Mejor no buscar parecidos con los personajes, vaya que terminemos mirando un par de maletas en paralelo...
Magnífico relato. Mis aplausos.
Mil besitos!!!
Antonio,
Nutrido e interesante relato en el que J. C. y Maria, se entrelazan con el escritor en una historia viviente.
Un abrazo
muy buen relato, felicitaciones
Buenisimo :)
muchas gracias! pues aquí es usted bienvenido!!! cuando quieras hahaha
saludos.
Yo he escuchado esas luces musicales y fumado ese tábaco, o por lo menos, por tu escrito, me gustaría experimentarlo.
Gracias por estar en mi blog.
Me quedo por aquí.
Saludos
Nunca sabemos cómo será ese futuro que está a la vuelta de la esquina.
Besos
La perspectiva y la focalización de la tensión narrativa, muy buenas, hay buena madera o materia de creador. Nhorabuena...
Publicar un comentario