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sábado, 12 de junio de 2010

El baúl de las palabras robadas.

Mi arcón preferido contiene algunas letras robadas a destiempo, con la velocidad urgente del robo perfecto. Visité bares, donde algunos adjetivos olvidados en la barra parecieran llamarme a gritos para darles otra vida más acorde y segura. Hay bares de tabaco negro y pena reciente donde me siento a escudriñar, observar, estar al tanto de alguna exclamación fortuita olvidada en cualquier respaldo. Las filas del bus: las palabras pasan de bolsillo a bolsillo con la inseguridad de un toro mecánico de cartón. Mi primera palabra robada fue “estúpido”. Después de coleccionar adicciones múltiples, innecesarias e insalubres, la encontré instantes después de ser dirigida a un motorista por una señora de mediana edad en un paso de cebra.
Abro mi baúl y me gusta verlas amontonadas a su aire y lazarlas al cielo- un manojo de vida ajeno, que veo caer a mi cofre como un tesoro-. Los espacios abiertos son inseguros. El eco- competencia desleal- siempre juega en casa y me falla el factor sorpresa. Otra que guardo con gran afecto es” lamelibranquio”. Bonita ¿verdad? Reconozco mi falta de cultura, criarme en la calle tiene estas cosas, lo que ganas por acá, se pierde por allá. Fue tanta la impresión causada que saludaba a mis amigos con la palabra. Es curioso, he descubierto que el desconocimiento produce cierta tensión.--- Eres un lamelibranquio perdido--- provoca silencios que parten la pana.
Hay palabras que desecho, no me gustan, parece como si mi colección perdiera valor- , tronco, alianza, ONG, injusticia, marrón, abertzale, nacionalismo ….- denigrantes.
Ahora es otro cantar. Con la crisis nadie deja ni un te quiero sobre una mesa. Un “te odio” que producía cierta grima ahora es un valor cotizado.
De casualidad, olvidada en un banco público o quien sabe si menospreciada por la competencia, encontré la palabra “amargo”.
No lo hice por desprecio, pero hubo un segundo eterno y me vi robando y haciendo el mal sin el único motivo del placer de acumular el bien ajeno. Ya es hora-me dije- de ganarme mis propias letras y fabricarme algo de respeto ajeno.
Ahora como penitencia, voy dejando mis palabras en esquinas olvidadas, plazas, reuniones y fiestas. Vengo de dejar “lamelibranquio” en el asiento de un bus de la Línea 23, justo antes de bajarme en la parada de la Casa de los Tiros, donde una presentación literaria condensa por lo que parece, a lo mas granado de la ciudad.
Lo que sabrán ellos el dolor que provoca, desprenderse de las palabras que uno ama.

19 comentarios:

Alís dijo...

Qué hermosura de texto!
Estaré atenta por si en uno de mis paseos me encuentro una de tus palabras. Prometo cuidarla como si fuera mía, porque yo sí sé del dolor de desprenderse de las palabras que uno ama.
Lo he disfrutado mucho

Un beso

ALEX B. dijo...

Me ha parecido un texto precioso,Antonio.
Hay tantas palabras olvidadas, dejadas por cualquier lado....que a veces si te las encuentras por sorpresa ,te escupen o te desarman.
Besos

Laura dijo...

jajaja sabes....me fui directa al RAE a ver que significaba lamelibranquio... (llamame inculta)
Me gustó el texto.
Reconozco que me pasa eso mucho, palabras que me gustan sin saber el motivo... y sobre todo me pasa en catalán... tampoco se el porque.
En fin, cosas...
besazos encofrados.

María dijo...

Es un texto magnífico.
Me alegro de que decidieras reunir tus palabras para encontrarlas con tanto sentido y orden aquí.
Y si algún día encuentro en el el remanso de un rio una, olvidada por ti, prometo devolvértela intacta y con "cariño".
Besos

Francisco Ortiz dijo...

Fantástico viajar con tus palabras por nuestra común ciudad, pensarlas en esos sitios, tratar de recordar si yo las vi y no las reconocí, no las escuché por no prestar atención.

Miguel Baquero dijo...

Te aplaudo puesto en pie. Un texto "monumental". Yo también soy recolector de palabras y me encontré esta de "monumental" tirada en la calle, seguramente se le había caído a alguien del bolsillo. La uso sólo en ocasiones especiales como ésta.

Ahora más en serio, te has salido.

Anónimo dijo...

Supongo que produce el mismo dolor que ver a los hijos salir andando por si solos. ¿Quién sabe?

Abrazos.



D.L.

Guido Finzi dijo...

El lenguaje es tratado cada día con mayor desprecio, y ninguneado de tal forma, que cualquier tiempo pasado fue mejor. El otro día, sin ir más lejos, me soprendí escuchando una curiosa frase en labios de una quinceañera: "me quedo crazy".

Un saludo

PD: ya quedan pocos bares de tabaco negro y pena; ahora suelen ser, de rubio importado y ladrillo visto.

Thania dijo...

Antonio, me encanta, me desperto el amor de nuevo, ese amor por las letras abandonadas en Blogs.
Nos leeremos pronto. Besos y mas besos.

M. de Floresta dijo...

"...criarme en la calle tiene estas cosas, lo que ganas por acá, se pierde por allá. Fue tanta la impresión causada que saludaba a mis amigos con la palabra..."

Es un texto increíble, Antonio. Palabras que en versos callados asoman de los labios para que la noche deje caer madrugadas de los ojos. Me gusta. Muy bueno!

Musaraña dijo...

Coge las hojas del diario, doblalas y haz un avión...

Que vuelen las palabras!! LAs buenas se peguen al cielo, y las feas que se caigan en los charcos...

:)

Bellota dijo...

si alguna vez te encuentras con la palabra almaina avísame por favor. es mi palabra estrella, la de los domingos y hace unas semanas que la perdí. agradecería volver a recuperarla.

Alvaro en OZ dijo...

Hola ! Gracias por tu comentario en mi blog, lástima que he publicado la última entrada, no sé si seguiré con esto de los blogs, ya que lo que tenía que contar ya se ha acabado.
Saludos !

Virginia isabel dijo...

Tu si que sabes escribir. Yo recojo las palabras de los lugares. Idiomas que solo se aprenden si uno se introduce con la gente del lugar. al final hace que seas parte del mundo entero.

Me alegra que te guste el paisaje.
Besujis!!!

MIMOSA dijo...

Gracias a tí Antonio por dejarnos ver tu "baúl de palabras".
Veces encontrarás las mías, veces no las verás, pues siempre pienso que si no sé expresarlo mejor callar, pero aún cuando no me veas, sabrás que andaré zambulléndome en tu mar.
También me gusta lo que aquí leo.
Un beso, un abrazo y un manojito de ternura

jhony dijo...

parece tan simple pero en la explicacion uno se adentra a seguir la historia...me parecio interesante.

Taller Literario Kapasulino dijo...

Excelente post! Muy original!

N Ó M A D A dijo...

En mi colección circulaba últimamente "Dreams cannot be recycled".

Lamelibranquio... cuántos años sin leer de nuevo esa palabra!!!

Raúl dijo...

Antonio. Eras de Granada ¿Verdad? en ese caso, comentarte que si todo sale como está previsto, presentaré allí en octubre.
Un saludo.