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domingo, 8 de marzo de 2009

Rolando Gómez B

Nunca fue Rolando un acólito del régimen. Tampoco levantó su voz contra él, ni tampoco sufrió una agresión desmedida en el transcurso de las tres horas de visita a la comisaría, actual centro de represión política. Le acompañó a casa Ramírez, y entre ellos surgió una especie de amistad muda. Una vibración positiva que el no tardó en denominar afecto. Le aconsejó no tomarse muy enserio lo sucedido y le sugería discreción, receta perfecta en el manual del buen ciudadano.
El despertar al día lluvioso y triste fue un relato concreto y pormenorizado a tía Julia de su aventura, aderezada con algún toque exótico, extraído de su afición a las novelas radiofónicas de la época .
-Trabaja en una ferretería a cinco calles paralela a la suya. Hace el trayecto despacio, con su diario vespertino y la mirada puesta en la imagen que inundará un buenos días sincero. Camina ojeando el periódico hasta levantar su cabeza y posar su vista en Ángela. Su trabajo es un favor personal de Rafael, padre de Ángela, a tía Julia. El pasado a veces vuelve para cobrar viejas facturas-.
Parece que la incursión en el mundo policial hubiera pasado hace unos meses. Ningún registro en su memoria le hace recordar.
- !Tuercas de ocho milímetros veamos¡-. Desde el primer instante que entró por la puerta de la ferretería, sabía perfectamente que aquel universo de tornillos, manguitos, puntas, cacerolas, arandelas, alambres y demás materiales propios del establecimiento, iban a convertirse en un mundo perfectamente ordenado, un cosmos mudo en perfecta alineación.
De todos los materiales, al que mejor trataba y el que mas problema daba al resto, era el cisco. La salvación del hombre esta en las pequeñas cosas, había comentado siempre.
-Sobre las doce, el teléfono suena como un trueno en la noche, rompiendo una monotonía asqueante y atrayendo las miradas de los presentes como si fuera una visita inesperada e inoportuna. A todos menos a Rolando. En su imaginación pasean dulces de leche frita, buñuelos, bollos de aceite.
¡Al teléfono tuercas¡. La familiaridad ajena lo empequeñece y sonroja . Más cuando pasa por delante de los ojos de Ángela y los siente encima. No le da tiempo a decir su nombre cuando reconoce la voz del subinspector García. Recuerda de inmediato, como un golpe seco. Deberíamos vernos lo mas pronto posible, hay ciertos aspectos que no nos encuadran demasiado bien en toda esta historia. Por cierto, tenemos indicios suficientes para creer que alguien está pendiente de usted, día y noche. Cuando consigue colgar el teléfono, dirige una mirada en abanico a todo su alrededor. Por primera vez en su vida toma sentido la palabra miedo y comienza a descifrar las señales invisibles que puedan emitir los clientes por si capta algún detalle que le de indicios de su vigilante. Faltan dos horas para la cita y el tiempo no corre. Acaricia despacio el aire recreándose en cada uno de los rincones hasta abandonar su vida, segundo a segundo. Instantes eternos, como los recuerdos de cuando se es niño.

16 comentarios:

A.L.Zarapico dijo...

Muy bueno me tienes intrigado.

Enrique Medina dijo...

que buen blog, sin duda aprenderé de tus letras, gracias por pasarte por aca! saludos viejo

Mey dijo...

Muxas gracias por visitar mi blog secundario jejej, es algo mas personal y libre y al ser nuevo poca gente entra, asi q fue un honor encontrar un visitante jeje

Te leo con mas tiempo.

un saludo ;)

Thania dijo...

El género polcial da para misterios, pero me gusta que incluyas líneas como está, "Acaricia despacio el aire recreándose en cada uno de los rincones hasta abandonar su vida". Me encantó, le da toques poéticos, siento los dedos!, agghh. : )

Anna Bahena dijo...

te cuerdas de aquel momento en que fuimos niños y por primera vez fuimos concientes del miedo?....
lo he recordado con este magno texto.

Un abrazo..

Anna.

Karla Galaviz dijo...

me embObe bUen ratO leyendO tUs lineas =)
saludOs tOñOñO =P

Anónimo dijo...

la intriga continúa...
esta frase me gustó mucho:
-Sobre las doce, el teléfono suena como un trueno en la noche, rompiendo una monotonía asqueante...

besos besos

Zayi Hernández dijo...

cada vez que te leo experimento una catarsis...eres muy bueno... cuanta pasión hay en tu narrativa!
besitos.

Camaleona dijo...

Cuando se es niño el tiempo es laaaaaaargo. De mayor el tiempo se vuelve chiquitín...

Bruja dijo...

mmmm asi que Rolando B :) muy buenas letras aqui andare.

La última de la fila dijo...

"Instantes eternos"...cuándo volverán?

Nurkia Rudametkin dijo...

Hola:
Gracias por tu comentario en mi blog!!
Un abrazo.

oNDSKa FLiCKa dijo...

Ya me atrapaste, por aca sigo

En cuanto al alcohol, se que es enfermedad, ya sanaré... espero.

Saludos!

titania dijo...

Magnificos textos.

saludos.

PALOMA dijo...

Gracias por tus palabras ,pero si tienes alguna duda o no entiendes algo ,preguntame con gusto si esta en mi mano te contestare ...un beso.

Melpómene dijo...

me encanto la manera en la que relatas las cosas...

¿que pasara?

Gracias por pasar por mi blog