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viernes, 26 de junio de 2009

Carmona.

Existen dos clases de hombres: los vivos y los muertos, repetía siempre a petición del personal. Carmona amenizaba la barra de Los geranios con naturalidad. Carmona era soltero. O eso contaba después de algún chato de vino. Sabíamos perfectamente que llevaba treinta años casado, incluso otras veces alardeaba de mujeres aunque sabíamos que se le iban los ojos detrás de los chavales del barrio.
Vivía de la gracia ajena, del pille y se autoproclamaba único descendiente artístico de Caracol, aunque dudáramos de su arte como cantaor. Una noche contó, que casi lo hieren en el Sahara, en la marcha verde, pero era evidente la cojera que lo libró de la mili. Un día lo invitamos a un Martini, una aceituna huérfana pidió explicaciones, y Carmona se las dió.
Hizo de guía turístico, aparca coches y una noche lo invitamos a tortilla de patatas. Hay dos tipos de tortilla de patatas dijo: con cebolla y sin cebolla.
Un día dejó de aparecer, no pedía ya tabaco, ni cerveza, y el rincón de la barra de Los geranios se quedó sin su nombre. Recordábamos sus palabras, existen dos clases de hombres, pero la sola conclusión de la frase nos produjo cierta tristeza.
Brindamos con tinto por Carmona, existen dos clases de tintos: el peleón y el bueno.
Carmona nunca bebía del bueno.

26 comentarios:

La Chica Piruleta dijo...

Me ha gustado tu texto, además lo voy leyendo y me saca una sonrisa jajaj

Anónimo dijo...

Hay dos tipos de esto, hay dos tipos de aquello.
Yo suelo decir eso muy seguido, ¿será malo?

SIL dijo...

Hay dos clases de blogs, los que leés.... y los que te apasiona leer...
Me fascina el tono de tu tierra, casi lo escucho en tus relatos.

En cuanto a los hombres... hay más de dos clases, quizás me diste una idea para un post futuro...

BESOS DE VARIAS CLASES...

Cosas de todos los dias dijo...

Carmona era todo un personaje, me gustó conocerlo a traves de tu relato.
Bss. Antonio y que tengas un bello viernes!

Sandra (Aprendiz de Cassandra) dijo...

Hay dos clases de despedidas... las que se recuerdan y las que se olvidan.
Carmona al parecer dejo una buen tinto para recordarle.

Brindis por él.

erker dijo...

esos tipos de los bares, tan pintorescos, esa picardia apasionente...cuando nos faltan una noche es como que se nos murio un pedazo de vida...
gran texto hermano!! salud...

Anónimo dijo...

Esa clase de personajes son la chispa, o la sal, de todas las salsas.

Existen dos formas de recordar a los muertos cuando los oyes nombrar a otros, una con un AH! SI, YA SE QUIEN ME DICES, y otra simplemente con una sonrisa de oreja a oreja.

Saludos.

ana dijo...

Ja ja ja ja ja ja.

Me ha encantado.

Un beso y feliz fin de semana.

María dijo...

¡Hola Antonio!

Como la primera vez que te leí, y yo me equivoqué, espero que esta preciosa historia tuya de Carmona, sea ficción. Aunque tristemente hay mucho Carmona por el mundo...No tanto, gente que les invite a Martini y tortilla de patata... Me gusta, y sea ficción o realidad dice mucho de ti.

Un beso

Espía Rusa dijo...

Un placer conocerte.

aldhanax dijo...

Qué lindo relato!!! Me encantó conocer alguien con tanto colorido.
Besitos

A.L.Zarapico dijo...

Esas "locas" personas siempre se echan de menos.Un saludo.

Cris dijo...

Hay dos tipos de textos: los mediocres y estos...

Daro dijo...

Muy bueno!!!

Un abrazo!

Daro dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Ada (sin h) dijo...

hay dos tipos de relatos:
los buenos y los tuyos :)

un abrazo

Ada (sin h) dijo...

:(

Creo que no entendiste
no dije que tu relato fuera malo
por Dios...

Al decir "hay dos tipos de relatos, los buenos y los tuyos" estoy diciendo precisamente lo contrario.

Creo que eres Español, yo soy Chilena, por lo mismo te has confundido y no entendiste mi frase. Un chileno lo entendería.

Que pena que lo entendieras al revés. Lo lamento mucho

ALBINO dijo...

Yo brindo tambien por Carmona. He conocido más de uno con sus características y precisamente, uno con su mismo apellido que tenía como profesión pastor de ovejas trashumantes que invernaban en Extramadura y verneaban en Leon. Precisamente en el monte leonés donde tenía su cabaña habia hecho un pequeño huerto y cultivaba una hierba que nadie conocia...era marihuana.
Grancias por tu visita a mi blog y espero que hayas oirdo el recitado que incuí como video. Si te lo saltaste, escúchalo y dame tu opinon.
Un gran abrazo

Canalla dijo...

Hola, Antonio, aquí se te lee de vez en vez, siempre con atención. Tu Carmona es como un Juan de Dios mío, de los tipos que merecen un lugar fijo en la remembranza, por la sola naturaleza de su existencia. Saludos.

Taller Literario Kapasulino dijo...

muy bueno! Me gusto muchisimo!

Penélope Sierra dijo...

Eso es lo hermoso de todo, no tener que compartir ni gustos ni emociones que uno no desee, pero eso sí...

El permiso lo tienes.

Un abrazo.

Loli dijo...

ay dos tipos de escritores: los buenos y los malos.
Yo sólo comento en el blog de uno de ellos....

Loli dijo...

H

La Chica Piruleta dijo...

Anda que también eres granaino!!
Como me encontraste??

Sonix dijo...

Muy bonito texto, me ha gustado leer sobre Carmona. Un saludo.

Caco dijo...

Siempre hay personajes que calan en los huesos. siempre hay más de dos tipos de cosas o de personas. Lo cierto, es que la vida ofrece una diversidad única con la cual tu juegas de una forma asombrosa!

Saludos!