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lunes, 2 de agosto de 2010

A.

A ella le parece perfecto fijarse en las manos de las mujeres, sobre todo cuando él le comenta que a través de ellas, puede deducir el tipo de vida de su propietaria; la educación, el trabajo, su vida social, su ascendencia, incluso en algunos movimientos de sus manos, su deseo, su ira o su vergüenza.

Que buena perorata piensa A. No soporta al hombre que va de sensible, al modesto, al tímido púdico. Más, cuando su escote llega casi al ombligo y muestra generosa al mundo el perfil de unos senos de 1.500 la unidad, deseosos de ser saboreados como un generoso y sabroso néctar.
-Ahora estoy leyendo un libro sobre la influencia de la poesía en la sociedad del XIX- comenta el infeliz. A. piensa que le importa una mierda la sociedad del XIX. Incuso a la del XXI, que mandaría a tomar por culo con la sonrisa de un párvulo.
Se hace el remolón a la hora de pagar la cuenta y, se imagina si también ahorra en energías lascivas en cuanto lo lleve a su apartamento.
Pero A. sonríe interiormente saboreando una imagen. La de este tipo buceando bajo una falda y encontrando una sorpresa mayúscula. El contacto de una carne que A. rememora ajena: el único recuerdo de su antigua vida: una verga que parece prestada. Sueña con los 4.000 de su construcción vaginal. -Ahí la vas a cagar mamón-, piensa subiendo al taxi cuando el infeliz comparte con el taxista esa sonrisa picarona de éxito nocturno.

13 comentarios:

Meme dijo...

Jajajaja, me encanta!! Eso sí que es ser una MUJER con carácter.

Musaraña dijo...

ja,ja,ja....Genial. Una buena historia, de esas que dan gusto leer.

Enhorabuena

MIMOSA dijo...

Sin palabras,ja,ja,últimamente me afloras la sonrisa, gracias, divertida historia.
Besos

Neogeminis Mónica Frau dijo...

jajajja...suerte que el tipo sabía leer en las manos las características de cada MUJER! jejeje


Un abrazo.

Un tipo dijo...

Hahahahaha.
¡Buenísimo!

El Dosmilypico dijo...

Bién divertido y traído.
Saludos

Alís dijo...

Jajajajaja
Pobre hombre...
Hubiera preferido que se vengara con uno prepotente, machote y baboso. Con los pocos hombres sensibles que hay...

Muy bueno. Me estoy riendo mucho con tus relatos

Besos

María dijo...

Magnífico.
Me encanta la naturalidad e ironía de tus palabras.
Un abrazo.

Miguel Baquero dijo...

¡Vaya chasco le aguarda! Va a volver corriendo a casa a terminar el libro sobre la influencia de la poesia en la sociedad del XIX

Wild Ceci dijo...

Si A quiere follar, que utilice las manos para enseñarle la parte práctica, que el hombre sensible, sólo conoce la teórica,jaja

Muy grande!

Paula Olivieri dijo...

Jeje, que momento xD
Genialmente narrada la escena!.
Abrazo.

N Ó M A D A dijo...

Buen final, jajaja :-)

Marla dijo...

Pobre señor X que se llevará una sorpresa con A mayúscula.