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martes, 22 de marzo de 2011

Te vi.

Te vi a lo lejos
caminando entre camiones de basura
ruidosos y ajenos al mundo
por una acera transitada de noche y voces lejanas.
Debí ensayar como saludarte,
los camareros de los bares cerrados
miraban las muecas de mi cara,
mi mano levantada al aire
con esa absurda sonrisa de payaso triste.

Bajé la vista al suelo
buscando mariposas negras
para mi colección de vidas de asfalto
y cruzaste de acera
ignorando el planeta de los juegos perdidos.
En otro tiempo,
parabas los buses rojos a la carrera
solo para agitar tu mano de muñeca rota
Lo sé.
Sé cuando mienten los semáforos,
cuando les cambia la cara sus mentiras
aunque gobiernen el mundo en las ciudades oscuras.

sábado, 12 de marzo de 2011

Cleptomanía a plazos.

Intenté robar un libro de pequeño. Juan, un anciano que ahora me acompaña en algunas mañanas plácidas de sol liviano, después de un chasquido de lengua, movió la cabeza negando tres veces y a mi me temblaron las manos y dejé el libro en su estantería.

- No merece la pena. Dijo casi sin desviar la atención de un ejemplar que estaba leyendo de pié, junto a una montaña de libros de un autor difícil de pronunciar y mas difícil de leer. Lo tienes aquí, a tu disposición cuantas veces quieras, cada día que quieras. No hace falte que prives a nadie de su presencia.

Así nos reunimos en escapadas de compras los asiduos a nuestra sección. Nos saludan las dependientas, nos damos un golpe de vista y vamos disfrutando de nuestra cleptomanía a plazos. Juan aparece mas de tarde en tarde y el grupo no hace mas que disminuir, obviando a algunos invitados impertinentes de la sección de turismo.
Frente a nosotros, en la sección de videojuegos, las alarmas disparan luces de feria y sonidos a camión de bomberos. Ni levantamos la vista siquiera.
¡Ya les vale no colocar un pantalla para que lo niños disfruten un rato! Comenta una señora a mi lado, que lleva tres meses con el mismo ejemplar.
Igual vive lejos. O igual disfruta cada palabra, cada letra como su marido la vista mirando de reojo el probador de señoras.
Cada uno disfruta como quiere pienso, cuando llega un segurata a la sección de videojuegos, vacía como un puticlub en Corpus.

lunes, 7 de marzo de 2011

Reflexiones de bar

" La mentira tiene las piernas muy cortas,
pero esta mujer las tiene largas, quizá demasiado"

"Nunca pidas tu canción preferida ,
a menos que la sirvan fría, muy fría."

Si alguien pregunta mas de un minuto sobre tu vida,
tu repuesta ha de ser siempre: "Yo vivo aquí al lado, muy cerquita"

"Nunca te fíes de alguien que te invita a una copa sin conocerte.
Y menos aún si la paga".

"Nunca te la des de sensible,
y menos diciendo que lloraste con Torrente 2".

Continuará.......................... o no.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Mermelada.

Un viernes a eso de las 2:15 horas de la madrugada en un garito de cuyo nombre no quiero acordarme, un DJ un tanto peculiar aderezaba el aire con sonidos estridentes acompañados con la voz de Rafaella Carrá.

Por lo visto, y oído, el mensaje de la canción era compartido por la numerosa clientela del garito en cuestión, que aportaba al estribillo unos gritos entusiastas y armónicos. Algo de un armario, que el hombre estaba enfermo y se buscó una enfermera personal, y la mujer ilusa creía que estaba malito y lo que tenía era una doble de Elsa Pataky que le hacía su reanimación jugando a los médicos y llegó la mujer y que dolor que pena………… Algo así. La verdad que no sé si fue el vodka con naranja, el delirio colectivo, o que soy mas hortera que Cristiano Ronaldo bailando los pajaritos, que me adentré en ese mundo fascinante del karaoke colectivo y grité y canté……y mientras lo hacía, deseaba tener un enfermera en el armario y miraba a la gente con la vena encendida. Ahora lo entiendo, todos quieren a alguien en el armario, por eso cantan el estribillo con tanta energía y entusiasmo.
Por cierto…¿Qué pasó con la chica aquella del perro en el programa de la Gemio, que estaba escondido Ricky Martin en el armario………………….?.
Lo cierto que no recuerdo más de la pregunta de M., estaba tan bebido, que solo recuerdo la palabra mermelada. Es jodido el alcohol. ¿Y que haría Ricky Martín comiendo mermelada en un armario?..
Hay noches de sábado que no deberían llegar nunca.